lunes, 23 de marzo de 2009

Sixth Bomb

John Heartfield y el dadaísmo berlinés

"Un manifiesto es una comunicación hecha al mundo entero con la que no se pretende más que descubrir un medio para curar instantáneamente la sífilis política, astronómica, artística, parlamentaria, agrícola y literaria. Puede ser dulce o bonachón; simpre tiene razón; es fuerte, vigoroso y lógico.

Y Hablando de lógica, me encuentro bastante simpático."

Manifiesto sobre el amor débil y el amor amargo, Tristán Tzará (1920)

Millions stand Behind, 1932

El dadaísmo nace en Zurich en 1916. Su base "teoríca" está presente en los maniefiestos escritos por Tristán Tzará en 1918 y 1920. El dadaísmo surgió dentro de un contexto brutalmente bélico. La primera guerra mundial recién había terminado, pero estaba acompañada por otras más violentas. Los dadaístas estaban contra la guerra, pero su posición tampoco era pacifista, sólo con el activismo podrían combatir la guerra. El dadaísmo fue novedoso, de ruptura y sátira, crítico hacía la historia, los supuestos valores, la forma en que la intelectualidad se había desarrollado, su arte estaba pensado como proceso, fabricación, apostaban por  la potencia de éste.  Dadá es también  irreverencia, la violencia y la crítica. 

Además de Zurich el dadaísmo se desarrolló también en Nueva York, París, Colonia y Berlín. El dadá berlinés tenía su propio manifiesto, escrito por Richard Hülsenbeck. Hülsenbeck había estado en Zurich, conoció el Cabaret Voltaire y el movimiento dadaísta en general, en su regreso a Berlín llevó consigo algunas tesis del manifiesto de Tzará y junto con sus inclinaciones políticas de izquierda formó el grupo dada de Berlín.  El manifiesto berlinés critica al expresionismo un movimiento principalmente alemán, critica la pintura y sus procedimientos, se dá más importancia a la fotografía y la manipulación de ésta. Los dadaístas berlineses son quienes inventan el fotomontaje del cual John Heartfield es uno de los principales exponentes.


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Have no fear, He´s vegetarian, 1936

De la misma forma que Tristán Tzará invitaba a escribir poesía, un proceso en el el creador elegía, recortaba, pegaba, jugaba con el lenguaje y la espontaneidad; el fotomontaje  manejaba el material, en procesos de copy-paste, los artistas montaban imágenes de cine y de prensa y así creaban cuadros. 

Desde 1914 John Heartfield ya manejaba el fotomontaje. Heartfield al igual que una gran cantidad de artistas y cineastas vivió la guerra. Fue dentro de este ambiente bélico que inició con estos montajes visuales, el artista fabricaba postales realizadas con recortes de periódicos con un contenido político fuerte, constantemente criticaba la guerra.  En su trabajo posterior ya dentro del dadá berlinés Heartfield continuaba con esta línea crítica de la guerra, la exploración del nuevo soporte que utilizaba por primera vez la fotografía. El fotomontaje se dirigía a la espontaneidad, lo inmediato y se basaba en lo "real" -hasta dónde la prensa y las imágenes capturadas con una cámara, pueden ser reales-.  

La obra de Heartfield une forma, sentido, ideología y apariencia. A partir de imágenes Heartfield desde una tendencia muy polarizada enfrenta al espectador  a lo que está sucediedo a su alrededor, la muerte, la destrucción y la violencia. Critica a los principales actores políticos, la situación de los civiles, la milicia y el poder económico que se maneja en las guerras y que es casi siempre el principal motor bélico.

A través de la ironía y el sarcasmo John Heartfield provoca al espectador con obras que manipulan la imagen, los símbolos y los ambientes. Heartfield es un artista declaradamente político, los símbolos nazis, las alusiones a la iglesia y a la guerra evidencian su ideología. El fotomontaje es el vehículo principal del dadaísmo berlinés a través del cual se realiza propaganda o crítica política. La obra de John Hartfield no sólo denuncia sino que apunta al activismo -uno de las características del dadá- además invita a la reflexión; representa algunos sectores de la comunidad: la milicia, la amoralidad. La figura de Hitler nos hace pensar en el ejército nazi, él es la cabeza de esa comunidad excluyente. Heartfield critica la distopia que se está viviendo, la segunda guerra mundial, el facismo y el nazismo. A través del fotomontaje conocemos las ambiciones expresivas del dadaísmo berlinés, el contenido político de sus obras y la ferz crítica a la guerra y sus principales actores.






"... No hay un comienzo y nosotros no temblamos, no somos unos sentimentales. Nosotros desgarramos como un furioso viento la ropa de las nubes y las plegarias y preparamos el gran espectáculo del desastre, el incendio, la descomposición"

 

"Todo hombre debe gritar. Hay una gran tarea destructiva, negativa por hacer. Barrer, asear. La plenitud del individuo se afirma a continuación de un estado de locura, de locura agresiva y completa de un mundo confiado a las manos de los bandidos que se desgarran y destruyen los siglos. Sin fin ni designio, sin organización: la locura indomable, la descomposición. Los fuertes sobrevivirán gracias a su voz vigorosa, pues son vivos en la defensa. La agilidad de los miembros y de los sentimientos flamea en sus flancos prismáticos"

 

Manifiesto Dadaísta




Fuente bibliográfica: 
De Micheli Mario, Las vanguardias artísticas del siglo XX, Alianza Editorial, Madrid, 1966, 

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